Realizarse un tatuaje no es una decisión que debiera tomarse a la ligera, esta debió ser la lección que aprendió la joven belga Kimberley Vlaminck, quien luego de tatuarse 56 estrellas en el rostro decidió borrarlas por medio de un costoso y doloroso tratamiento.
Tras 9 sesiones de láser que tomaron cerca de tres años, finalmente Vlaminck pudo ver su rostro libre de las imágenes que años antes había considerado una buena idea tatuar en su cara, según consignó el medio británico Daily Mail.
Si bien en un principio la joven aseguró haberse quedado dormida mientras el tatuador Rouslan Toumaniantz continuaba marcando estrellas en su rostro, finalmente confesó que nada había sido un error y que mintió por temor a lo que pensara su padre.
No obstante, tras hacerse conocida y ser tildada como un “bicho raro”, la mujer de 22 años decidió dar pie atrás a su decisión y comenzar un tratamiento para que su piel volviera a verse como antes.
En declaraciones a la prensa, Vlaminck dijo que superar esta “tragedia personal” le permitió abrir un nuevo capítulo en su vida, asegurando le cuesta reconocerse al ver su nueva imagen.
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