BBC Mundo
El presidente de Siria, Bashar al Assad, dijo que su país no se doblegará ante la presión internacional y continuará combatiendo a las bandas armadas que él culpa de violencia y sabotaje.
Sus comentarios, publicados en el periódico Sunday Times, coinciden con la fecha límite que puso la Liga Árabe para que Damasco aceptara una delegación de monitores como parte de un plan de paz si no quería recibir sanciones económicas.
Al Assad acusó a la Liga Árabe de crear un pretexto para que países occidentales intervinieran en Siria. Agregó que cualquier acción militar crearía lo que él llamó un terremoto en Medio Oriente.
Las Naciones Unidas dicen que al menos 3.500 personas han muerto a manos de las autoridades sirias desde cuando comenzaron las protestas antigubernamentales hace unos meses.
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