El estudio o investigación en comunicación social en América latina es de suma importancia para el desarrollo del la comunicación de masa, en esta área tenemos muchos precursores que se han dedicado al estudio de la misma, los cuales haré referencia en el desarrollo de mi trabajo.
Estudiar comunicación, como se muestra cada vez más grandemente, no es sólo ocuparse de los aportes de un conjunto restringido de medios, sea a la socialización de los niños o los jóvenes, sea a las decisiones de compra o de votación. Ni es sólo involucrarse con las legitimaciones ideológicas del Estado moderno.
“Estudiar comunicación consiste, más bien, en elaborar argumentos sobre las formas y determinaciones del desarrollo sociocultural como tal. El potencial del estudio de la comunicación, en suma, converge directamente, y en muchos puntos, con los análisis y la crítica de la sociedad existente en todas sus modalidades” (Schiller 1996: VII).
Muchas veces las tendencias culturales y académicas de metrópolis como España y Estados Unidos ejercen una gran influencia y la investigación en comunicación no es la excepción.
En septiembre de 1974 Luís Ramiro Beltrán presentó en Leipzig su célebre recuento sobre "La investigación de la comunicación en América Latina ¿indagación con anteojeras?". Con base sobre todo en la documentación compilada por CIESPAL, Beltrán enumeraba las principales áreas de concentración temática, subrayaba las tendencias en cuanto a tópicos investigados y a resultados obtenidos en los últimos quince años, y constataba que: ...es obvio que la investigación de la comunicación en América Latina ha seguido las orientaciones conceptuales y metodológicas establecidas por los investigadores en Europa y los Estados Unidos.
El efecto de esto, en esencia, ha significado que algunos estudios han enfatizado la comprensión conceptual por encima de la producción de evidencias empíricas, mientras que otros estudios han hecho exactamente lo opuesto (Beltrán 1974: 23)
La influencia predominante y más duradera era la que Beltrán llamaba "orientación europea clásica" (caracterizada como histórica, intuitiva, filosófica, especulativa y escolástica), presente sobre todo en los estudios de historia del periodismo y la legislación de la comunicación. En segundo lugar quedaba la influencia de la "orientación norteamericana" (positivista, empirista, sistemática y funcionalista), especialmente en los trabajos de difusión de innovaciones agrícolas, estructura y funciones de los medios y comunicación educativa, es decir, televisión, radio y audiovisuales grupales. Finalmente, la influencia de la "orientación europea moderna" (semiótica, estructuralista) era la más reciente y menos fuerte, concentrada en los análisis de contenido. Se detectaban "influencias mixtas" en las áreas de análisis de contenido y efectos de la programación televisiva, y sobre el flujo de noticias y las influencias extra-regionales sobre los sistemas de medios. En cuanto a los enfoques metodológicos, Beltrán observaba que "si los estudios existentes se clasificaran en descriptivos, explicativos y predictivos, probablemente la mayoría quedaría dentro de la primera categoría, algunos en la segunda y los menos en la tercera"
Para C. Catalán y G. Sunkel, la investigación en comunicación en América Latina experimenta cuatro etapas importantes.
La primera es, a partir de los años cincuenta, marcado por las tendencias funcionalistas y la orientación al estudio de los efectos, que venían de las psicologías experimentales norteamericanas, y que aquí tomaron la forma principal de estudios sobre la difusión de las innovaciones tecnológicas y de proyectos de comunicación para el desarrollo. Aquí se desarrollan también estudios cualitativos de audiencia y de opinión pública,
La segunda, que abarca desde finales de los sesenta hasta principios de los ochenta, se caracteriza por el dominio de las mencionadas corrientes críticas. En este período se comienza a rechazar el arsenal científico funcionalista predominante y se adoptan nuevos modelos foráneos, principalmente el estructuralismo francés.
“La teoría crítica estaba preocupada fundamentalmente por el carácter estructural de los procesos, la trama mercantil de los medios y la dimensión ideológica de los mensajes” (Martín Barbero, 1978).
Este divide esta etapa en dos fases:
La primera ideologista que "se produce a finales de los sesenta, cuando el modelo de Lasswell, procedente de una epistemología psicológico-conductista es vertido en el espacio teórico de la semiótica estructuralista, espacio a través del cual se hace posible su ‘conversión', esto es, su encuentro con la investigación crítica. Llamo ideologista a esta etapa porque su objetivo estuvo centrado en descubrir y denunciar, articulando aquellas matrices epistemológicas con una posición de crítica política, las estratagemas mediante las cuales la ideología dominante penetra el proceso de comunicación" (M. Barbero, 1987: 220).
Para Barbero el protagonismo de la denuncia ideológica y política resulto, una “esquizofrenia” la cual se tradujo en una concepción instrumentalista de los medios de comunicación.
La segunda es clasificada por Barbero etapa critica como cientifista, Según él, desde mediados de los setenta "se abre paso otra figura precedida de este discurso: ‘ya está bien de ideología y de denuncias, seamos serios y empecemos a hacer ciencia'. Entramos así en la segunda etapa que podemos denominar cientifista, ya que con ella el paradigma hegemónico se reconstruye basado en el modelo informacional y a un revival positivista que prohíbe llamar problemas a todo aquello para lo que no tengamos un método.
Así, se pasó del modelo semiótico al informacional, con lo que se ganó en comodidad pero no en cientificidad. De la manera en que se usó la semiótica se siguió considerando la comunicación como un acto lineal y como un mero acto de transmisión de información, lo que vino a ser revalidado con el paradigma informacional. Los investigadores que buscaban un modelo que justificara su denuncia política y su apasionamiento ideológico no podían ver conflictos más complejos, en los que los sujetos eran algo más que meras víctimas del poder de los medios, de los gobiernos y de las transnacionales.
"Para nosotros, la semiología era un gran instrumento revolucionario. Esto parece una especie de extralimitación, pero así la defendíamos. Todavía no era ‘semiótica', era la semiología como el instrumento revolucionario que develaba la ideología oculta en el texto. Fíjense la impronta marxista de este pensamiento: así como el marxismo devela las relaciones sociales opacadas en el proceso productivo, así la semiología era el instrumento que permitía mostrar la ideología que el texto encerraba." (Héctor Schmucler en: Mangone y otros, 1994: 8)
Estos autores reconocen una tercera etapa que esta incluida en la segunda que significo la teoría crítica pero que ellos lo distinguen por considerar que es el primer intento que se realiza en el continente por construir un paradigma autóctono: son las políticas nacionales de comunicación (PNC).
Con la embestida por las PNC se certifica la lucha de los sectores críticos por la defensa contra las transnacionales y el derecho de todos los sectores de la población a participar en los procesos de comunicación. La lucha era contra la democratización interna como externa, con la aspiración de un nuevo orden internacional.
Es importante resaltar el avance del pensamiento comunicólogo en América Latina se ha marcado con una gran polinización. Los conflictos políticos que ha sufrido nuestro continente ha condicionado inevitablemente las posiciones de los pensadores, académico, e investigadores. Ha sido imposible pensar la problemática comunicacional sin tener en cuenta "la incidencia directa que las luchas políticas, la presión de los acontecimientos y la urgencia de las propuestas prácticas van a tener sobre el campo teórico empujándolo hacia las dogmatizaciones, las vulgarizaciones y los oportunismos" (Martín Barbero, 1978: 32).
Así, en los años 80, los nuevos aires políticos del continente que ya se va liberando de las dictaduras militares propician que seamos partícipes de las grandes rupturas y desplazamientos teóricos que se han producido mundialmente durante la última década y que se conoce como "crisis de los paradigma.
Aquí se inserta la cuarta etapa que definen Catalán y Sunkel, q ue es la que estamos viviendo actualmente. Una enmarañada red de factores han determinado la gran complejidad de estos cambios trascendentales, que se ven todavía más imbricados en un continente como el nuestro, lleno de mestizajes y temporalidades
Otro factor importantísimo y muy discutido es el papel de las modernas tecnologías. Éstas han posibilitado los procesos de globalización e internacionalización del mercado y las comunicaciones, la tendencia a la conexión universal de los circuitos, a la transnacionalización y la eliminación de las barreras espaciales; mientras, posibilitan la fragmentación individual del consumo, la abundancia de la oferta y los medios interactivos, la necesidad de no tener que salir del hábitat individual para conectarse con el mundo, el encerramiento en sí mismo y la fragmentación de la sociedad. "Esta doble y contradictoria tendencia (globalización de los mercados y de los circuitos vs. Fragmentación del consumo) impone una búsqueda de fórmulas en términos distintos al tradicional requisito de la influencia de los medios en el sistema social" (Wolf, 1991: 29).
Los estudios sociales que recuperan la creatividad del sujeto toman en comunicación la forma de lo que hoy algunos llaman Paradigma de
Este paradigma, salido de la "crisis de los paradigmas" anteriores, insiste en la capacidad del receptor en la construcción de sentidos, en la resemantización de los mensajes, en la no linealidad del proceso comunicativo, en la complejidad de las estrategias de consumo. Coloca al receptor en el lugar activo que le da su "saber reconocer", su libertad de lectura, su habilidad para resistir a los mensajes dominantes, el carácter negociado de los procesos de apropiación.
La mejor forma de aproximarse al estudio de la caracterización y motivaciones reales de los públicos es usando métodos de análisis cualitativos, que dicen mucho más que las cifras frías de los porcentajes de audiencia.
"Si en los estudios cuantitativos el interés es medir el grado de adicción que
“Los estudios comunicológicos latinoamericanos presentes, incluidos en el paradigma de la recepción activa, no puede criticársele el aislamiento de la historia cultural concreta de nuestro continente, pues "el retorno al sujeto en América Latina reviste la forma genuina de un retorno a las culturas populares en su interacción con la cultura de masas. Lo que lo salvaguarda del encierre en la problemática de un individuo despojado de su sociedad, que consagran las nuevas corrientes neoliberales" (Mattelart, 1991: 10).
"El momento actual de los estudios de comunicación está más pleno de interrogantes que de tranquilas certezas. En América Latina existe la aspiración de construir una teoría latinoamericana de la comunicación, capaz de alzar paradigmas que den cuenta de nuestros problemas y de la especificidad de nuestros fenómenos comunicativos; de elaborar metodologías propias para aprehender con precisión hechos de la realidad que son complejos, escurridizos al esfuerzo del conocimiento y muy peculiares de las contradicciones de nuestra región. Hay quienes no creen en estas propuestas, pues seríamos dependientes no sólo en lo económico sino también en el plano intelectual. Otros plantean la necesidad de abandonar los cómodos pero insatisfactorios aleros que nos han proporcionado otras disciplinas científicas como la sociología, la semiótica y últimamente la cibernética y la informática, para avanzar substantivamente en el conocimiento de nuestro propio campo, el de la comunicación en proceso, con nuestras propias herramientas metodológicas. Los estudios de recepción serían una contribución valiosa a las nuevas teorizaciones y una originalidad latinoamericana pues son casi inexistentes en otras partes del mundo" (Fuenzalida y Hermosilla, 1991: 113).
Asimismo de las características habituales que están tomando casi todos los estudios comunicológicos contemporáneos, en estos tiempos de postmodernidad, neoliberalismo, crisis de los paradigmas y fin de la historia -que ya hemos descrito al principio-, los estudios latinoamericanos exhiben características y matices que los diferencian y que los han hecho importantes no sólo para el adelanto de las ciencias sociales en nuestro continente, sino en todo el hemisferio occidental.
En cuanto las ciencias de la comunicación, las contribuciones no pueden quizás aumentar directamente la producción material o la eficiencia económica, pero se mueven en un terreno tanto o más importante: el de la democracia.
”La mayoría de los investigadores ven cómo el objetivo final de los estudios y prácticas de estrategias de comunicación, el de aumentar la participación cultural y política de la gente en los proyectos de los países, el de respetar los derechos y las formas de vida del otro, el de estimular la actividad y el protagonismo de los distintos sujetos sociales, el de respetar las diferencias y la diversidad”.( Ileana Medina Hernández)
La estrategia fundadora, y por lo tanto, paradigmática de Schramm incluyó la creación de institutos especializados en investigación de la comunicación, la redacción de los libros de texto que definieron el campo en los años cincuenta, la formación de docenas de los primeros doctores en comunicación, la fundación o dirección de asociaciones y la difusión internacional de la disciplina o ciencia de la comunicación (Rogers 1993: 19-39). El proceso de institucionalización del campo impulsado así por Schrarnm en Estados Unidos tiene el mérito de haber superado el conservadurismo del sistema universitario norteamericano, que resiste tradicionalmente la creación de departamentos en campos "huevos", mediante el recurso de introducir las actividades de investigación a los departamentos, ya existentes en las universidades, de periodismo y más adelante de Speech, e irlos transformando paulatinamente en departamentos de comunicación.
Entre los estudiosos que aportaron al desarrollo de la investigación en comunicación en América Latina se encuentra los siguientes de los cuales presentare algunos con sus principales aportes.
Daniel Prieto Castillo, argentino, es investigador de la comunicación, filósofo y periodista. Ha trabajado en México como maestro y ha desempeñado el cargo de experto internacional de CIESPAL en Ecuador. Sus principales obras son: "Estética", "Vida cotidiana", "Diseño y comunicación", "Elementos del análisis de mensajes", "Discurso autoritario y Comunicación alternativa", entre otras.
Prieto Castillo ha realizado varias experiencias en capacitación de investigadores y comunicadores, pero su mayor aporte al campo comunicacional lo constituye su "Análisis de Mensaje", afirmando que quien trabaja con mensajes tiene la obligación y la necesidad de conocer lo elemental del lenguaje y de los instrumentos de análisis y considera que en este aspecto, el arma principal es el discurso.
Dice que el discurso nos remite directamente al problema del contexto donde hay un universo y eso supone enfrentarnos a formas de relación, a prácticas a recursos expresivos, a contenidos a cuestiones ideológicas, pero no sólo a ello, sino a todo lo demás que configura cada uno de los discursos.
Mario Kaplun Nació en Buenos Aires, Argentina en 1923. Atrapado por el virus de la comunicación, abandonó sus estudios superiores de Profesorado de Filosofía y Psicología.
Mario Kaplún se dedicó a la docencia, a través de conferencias, seminarios, talleres, cursos, entre otros, dirigido a comunicadores y educadores.
Entre los aportes de este ilustre teórico, tenemos que mencionar los siguientes: El radiograma,
Luís Ramiro Beltrán Luís Ramiro Beltrán es boliviano, residente en Bogotá y graduado en
Ha desempeñado el cargo de alto funcionario del CIID y conductor y colaborador de la UNESCO y muchos otros organismos de la comunicación. Sigue la inspiración de los principales teóricos de la comunicación norteamericana.
En 1970 en su tesis de maestría y doctorado, Beltrán mostró preocupación por políticas y planes de comunicación como instrumentos para el desarrollo. Lo hizo siguiendo inspiraciones norteamericanas, pero tratando de ambientarlas a las realizaciones de América Latina.
Beltrán fue el único miembro latinoamericano del Comité de Asesoramiento para formular un Programa Internacional de Investigaciones sobre Comunicación, en 1971, formado por la UNESCO.
En 1973 la UNESCO lo contrató como consultor temporal en su sede central, encargándole sentar las bases organizativas para una reunión de expertos sobre políticas de comunicación en América Latina.
En este documento para la UNESCO, Beltrán especificó las funciones de políticas nacionales de comunicación, detalló sus elementos constitutivos y señaló las áreas mayores de las actividades de comunicación en Latinoamérica a que se referían aquellas.
Beltrán dejó sentadas las bases doctrinales y operativas que no existían en ninguna parte hasta entonces. En 1976, Beltrán produjo y divulgó el Primer Reencuentro Histórico del momento en pro de políticas nacionales de comunicación, señalando sus diversos puntos de origen y analizando los primeros pasos hasta la víspera de la reunión ministerial en Costa Rica, llamada Conferencia Intergubernamental sobre políticas nacionales de comunicación en América Latina y el Caribe, a la cual no pudo asistir.
Beltrán entiende que la importancia del concepto de políticas nacionales de comunicación es que rompe con los esquemas conocidos. La comunicación no se limita solamente a los medios tradicionales y sus contenidos: incluye el sistema de telecomunicaciones, el flujo de noticias, el trabajo de publicidad, los modernos métodos de la informática, el mundo editorial, la labor editorial periodística, la investigación de la comunicación, la formación de los periodistas y la comunicación institucional e interpersonal. En 1984 el gobierno canadiense le otorgó a Beltrán el premio Marshall McLuhan por su amplia y reconocida trayectoria en América Latina. Este premio se le otorga a las más destacadas personalidades internacionales en el campo de la comunicación social.
Para Luís Ramiro Beltrán uno de los errores graves de la investigación en comunicación ha sido el camino que ha elegido para someter a prueba de ultramar generalizaciones basadas sobre investigaciones en Estados Unidos. Varios años de entusiastas informes y artículos de revistas de dedicaron a demostrar que las mismas generalizaciones se aplicaban en ultramar.
En esencia Beltrán sostiene lo siguiente:
1 El cambio general de la estructura social constituye el prerrequisito básico para lograr un desarrollo auténticamente humano y democrático.
2 Los adelantos tecnológicos en los campos de la agricultura y en otros sectores productivos no sólo no conducen necesariamente hacia la obtención de este desarrollo, sino que incluso pueden impedirlo al fortalecer aún más a las élites conservadoras dominantes.
3 La comunicación, tal como existe en la región, no sólo es incapaz por naturaleza de generar desarrollo nacional, sino que a menudo actúa en su contra, de nuevo, en favor de las minorías gobernantes.
4 La propia comunicación está tan sometida a los arreglos organizativos predominantes en la sociedad, que difícilmente se puede esperar de ella que actúe independientemente como un contribuyente primordial a una profunda y amplia transformación social.
Jesús Martín Barbero, colombiano, es docente e investigador de
El recorrido de esos estadios en América Latina muestra las dificultades que encuentra aún la articulación de lo abordado en la investigación con lo matizable en la docencia, así como la lenta consolidación en propuestas curriculares de la interacción entre avances teóricos y renovación personal.
Barbero analiza el sentido de la formación teórica en una profesión "práctica", las estructuras sociales de sus relaciones, las lógicas de producción y las dinámicas populares.
Para Barbero, hay tres campos de investigación en Comunicación que se configuran como estrategias: el orden estructural internacional de información, el desarrollo de las tecnologías que funcionan las telecomunicaciones con la informática y la llamada Comunicación Participativa, Alternativa o Popular. Incapaces de establecer un marco normativo común. Martín Barbero sostiene que toda Latinoamérica vive un estado de emergencia permanente en el que, las formas coercitivas de dominación deberán necesariamente cubrir las debilidades de las instituciones civiles. En este contexto replantea las condiciones de trabajo del investigador en ciencias sociales, y en particular, en el área de la comunicación masiva. Tres aspectos le son relevantes:
Primero, en el campo de la investigación, las tácticas de dominio están cambiando. La derecha ha comenzado a perder el asco a ciertos temas; aún más le está robando a la izquierda algunos de sus más preciados objetos, y los está sometiendo a una operación de lavado y neutralización.
Segundo, las nuevas tecnologías de comunicación se presentan y reciben como la matriz de un nuevo modelo social, de una pseudo utopía con la que el capitalismo conjura su crisis y pretende salvarse esta vez.
Tercero la cada día más estrecha y más específica situación económico-política de la comunicación con el proceso socio global. En el plano económico las comunicaciones están penetrando hasta e l corazón del trabajo y del sistema productivo, no sólo por el aporte fundamental de los medios al proceso de valorización del capital sino por el papel que la información juega ya en cuanto materia prima de cualquier producción e incluso como redefinidora de los procesos mismos de producción.
Martín Barbero piensa además, que en la investigación crítica en ciencias sociales, y particularmente en lo que se refiere a la comunicación masiva, se ha definido casi siempre en Latinoamérica por su ruptura con el funcionalismo. Pero quizás esa ruptura ha sido más afectiva que efectiva Además, al funcionalismo se le descalifica en teoría pero se sigue en él en la práctica trabajando.
Armando Mattelart Armand Mattelart, economista y sociólogo belga, es uno de los grandes teóricos de la comunicación en América Latina. Está adscrito a la corriente de
Sus conceptos nos han llegado a través de sus principales obras, entre ellas: "La comunicación masiva en el proceso de liberación", "La cultura como empresa multinacional", "Para leer al Pato Donald" y otras.
Mattelart realizó sus primeras investigaciones a petición de la presidencia de Allende con el fin de conocer lo que ocurría en el campo internacional.
Le inspiró mucho la gente de
Según Mattelart estas teorías críticas forman hoy día un campo marcado por la ambigüedad. Mattelart sin embargo trabajó significativamente las Teorías sobre las telenovelas, muy especialmente en Brasil.
Mattelart analiza las telenovelas en su texto "El carnaval de la imagen" tomando en cuenta el gran éxito universal de éstas y haciendo ver cómo las telenovelas brasileñas trabajan con elementos totalmente tradicionales e incluso han caído en el relato melodramático.
Considera también que el módulo de la novela es un módulo cibernético, ya que desemboca de la publicidad con la cultura moderna y con el cálculo.
En sus propuestas para América Latina, Mattelart ve necesario producir tanto en el área de la investigación como en el de la enseñanza. En el caso de la comunicación transnacional, da gran importancia a las concepciones sobre forma y contenido de la tecnología.
Aportes de Jacques Kayser al estudio de morfología y prensa comparada
Jacques Kayser fue director adjunto del Instituto Francés de Prensa de
Kayser ha estudiado la morfología del periódico en su forma exterior y la forma de los diferentes elementos que lo constituyen, a los cuales les dio tres calificaciones:
1 Los elementos de estructura: Están constituidos por las superficies adquiridas por la publicidad y otros espacios que se llenan con el trabajo realizado, con los servicios de la redacción y con conceptos diversos.
2 La clasificación de la materia: Se refiere a las conclusiones relativas a las tendencias del periódico, a las necesidades presuntas de sus lectores y a los asuntos que los componen.
3 Los métodos y las reglas: Son los procedimientos de recuento, evaluación y alcance general en el estudio morfológico del periódico.
Aunque Kayser se limita a la prensa escrita, no la estudia del todo, ya que el sector que abarca es muy extenso y bastante diversificado para que pueda ser objeto de un estudio homogéneo.
Antonio Pascuali, nació en Rovato, Italia el
Fue profesor de filosofía moral y comunicación social en
Pasquali fue el fundador y primer director del Centro Audiovisual del Ministerio de Educación (hoy Departamento de Tecnología Educativa) en Caracas. Desempeñó varios cargos en la UNESCO (sede central de París y oficina de Caracas) como subdirector general ADG7, Coordinador Regional de la UNESCO para América Latina y el Caribe y Director del Centro Regional de Educación Superior para América Latina y el Caribe (CRESALC), entre 1968 y 1969.
El doctor Pasquali es una de las voces más altas de la investigación de la Comunicación y sus aportes han contribuido de manera relevante al desarrollo científico de esta disciplina y su aplicación a los distintos ámbitos de la sociedad planetaria Pasquali ha contribuido en la promoción de importantes gestiones en favor de un Nuevo Orden de la Comunicación Internacional, que le garantice a la población la existencia de canales de servicios públicos de la alta factura, eficientes y gubernamentalizados.
A manera de síntesis, mas no de conclusión, de esta sucinta relación de algunos de los problemas que desde diversas perspectivas han ido definiendo los términos de un debate insuficientemente desarrollado por los investigadores latinoamericanos de la comunicación en los años noventa, propongo un esfuerzo comunitario centrado en la formulación de un proyecto que, a partir de una definición ética (es decir, ideológica, político-moral) de las funciones sociales que puede desempeñar la investigación de la comunicación en el sistema mundo de transición histórica en que habremos de vivir al menos durante las siguientes dos décadas, establezca los espacios de discusión y de construcción colectiva, sistemática y rigurosa, de las opciones que en el terreno teórico metodológico y epistemológico, por una parte, y en el de la organización de las prácticas de investigación, por la otra, podrían adoptarse como utopística comunicacional, como producción social de sentido sobre la producción social de sentido.
§ Seminario De Comunicación Social Universidad Autónoma De Santo Domingo
§ Comunicación y Sociedad FEYERABEND, Paul (1986) Contra el método. Esquema de una teoría anarquista del conocimiento. Madrid: Tecnos. FUENTES NAVARRO, Raúl (1998a) La emergencia de un campo académico: Continuidad utópica y estructuración científica de la .investigación de la comunicación en México.
§ Los estudios sobre comunicación masiva en América Latina
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