Por Carolin Almonte.-
Fuente Externa |
Luisa y marcos (nombres ficticios) con un noviazgo de cuatro años, Marcos como todo un “macho” dominicano llevaba las riendas de la relación, era quien marcaba las pautas, quien decidía cuales cosas eran permitidas y cuáles no. La relación que en momentos parecía hermosa acabó por los episodios de violencia escenificados, mismos que iniciaron en los primeros años del noviazgo, la precoz vida de unión libre solo duro cinco años.
Psicóloga, Terapeuta Familiar y de Pareja, Sexóloga y Experta en Pérdidas. Directora del Centro Vida y Familia |
Este es uno de los tantos casos de violencia de género en el noviazgo que se viven en nuestra sociedad, muchos de los cuales terminan siendo matrimonios frustrados que inician con la ilusión de que una vez casado el agresor cambie de actitud, cosa que jamás sucede como explica la Psicóloga, Terapeuta Familiar Y De Pareja, Ana Simó, “Lo que se vive en el noviazgo se multiplica en el matrimonio… el violento entiende que la pareja es de su propiedad y la lleva al sometimiento es decir se pierde la libertad de ser”.
La también sexóloga y experta en pérdidas sostiene que entre las formas de violencia la más común es la de tipo emocional, y a esta también se le suma la de tipo sexual, en las parejas que mantienen relaciones sexuales, así como económica y física.
La mayor parte de los jóvenes que son víctimas de violencia en el noviazgo optan por callar la situación a la que son sometidos y solo una minoría deja la relación y muy pocos de ellos deciden buscar ayuda.
Durante el noviazgo y posterior unión de luisa y Marcos no se distinguía el límite entre la violencia y el amor, Luisa debía quedarse en casa y aunque tuviera intención de trabajar e ingresar a la universidad no tenía la aprobación de su pareja, quien además, era quien tenía el control económico en la relación que como indica Simó, es una de las manifestaciones de violencia más comunes.
Este episodio se repite en muchas familias dominicanas en donde el agresor resta la capacidad de la víctima para realizar ciertas actividades, en su mayoría, de la vida laboral y educativa con el objetivo de mantener bajo su dominio la relación y evitar que su pareja se supere. Si esto sucede y en caso de que sea mujer y esta alcanza un sueldo mayor que él el problema aumenta aún más.
Como se demuestra en lo más de medio centenar de casos de feminicidio que hay en el país, en lo que va de año, evidencia que el sector más vulnerable a sufrir de violencia de género son las mujeres. Quienes hasta el momento encabezan las listas de homicidios por violencia de género, a estos al que sumarle el reciente caso de la adolescente Karamy Rodríguez quien con tan solo 14 años se convirtió en la victima de José Rafael Colon un menor de 17 años quien la ultimara alegadamente porque la jovencita se negaba a regresar con él.
A pesar de ser las mujeres el segmento social más propenso a los episodios de violencia de género durante el noviazgo los hombres, aunque en menor proporción, son acosados y maltratado por sus parejas. Es tal el caso de Juan y Alba (nombres ficticios) quienes llevan tres años de relación en la que el control y los celos eran parte de la rutina del diario vivir, de forma tal que la primera llamada que Juan recibía en su trabajo era la de su novia Alba para comprobar si este se encontraba en la oficina. Además del monitoreo a través de llamadas telefónicas Juan era supervisado por sus perfiles de las redes sociales donde era abiertamente cuestionado por cada comentario o publicación hecha en dichos portales. Juan y Alba actualmente viven una relación de concubinato y los episodios de violencia aún no han concluido.
Muchas veces la víctima de violencia de género, de alguna forma u otra, desconoce que la situación sentimental en la que se encuentra es una relación violenta y esta se da cuenta según Simó “Cuando descubre que siente miedo de la reacción de su pareja”, además de dejar de realizar sus actividades cotidianas con el propósito de no tener problema con su pareja, pasando así al aislamiento, que como explica la especialista el violento procura separarla de la familia para que estas no se den cuenta de lo que sucede a lo interno de la relación, también la victima oculta la situación que vive a sus familiares con el propósito de que no le “cojan mala voluntad”.
En sus años de experiencia en el área Ana Simó quien dirige el Centro Vida y Familia indica que rara vez una persona que sufre violencia en el noviazgo busca ayuda ya que entiende que esta situación cambiará una vez estén casados, sin embargo, las relaciones que inician con un noviazgo violento terminan viviendo bajo los efectos de la violencia intrafamiliar. “No he visto casos de relaciones de violencia en el noviazgo que cambie… lo que cambia es el tipo de violencia”, explica.
En un país, eminentemente machista, como la República Dominicana con una alta incidencia en los casos de feminicidio, el agresor, que en su mayoría es hombre, se niega a buscar ayuda pues considera que ese es el rol de un hombre y como tal debe respetarse y rehúsa a la idea de ser abandonado por su pareja porque asume que esta es de su propiedad.
Para evitar vivir episodios de violencia intrafamiliar es preciso estar alerta en las relaciones de noviazgo ya que una vez ocurra el primer síntoma de agresión y es pasado por alto y de alguna manera aceptado por la víctima, no parara. Lo recomendable es terminar la relación de una vez y no esperar que el amor que siente hacia su pareja sea tan fuerte que cambiara su manera de actuar pues para que un agresor cambie de actitud debe reconocer que tiene un problema y estar en disposición de resolverlo. El simple amor que tiene la victima hacia su agresor no es suficiente para cambiar un comportamiento violento “La persona debe reconocer el circulo de violencia y cuando sienta tensión tomar distancia del agresor” explica Ana Simó.
No todo es sombra en las relaciones de noviazgo. Ana (nombre ficticio) asegura llevar una relación excelente con su pareja “mi novio no es violento, todo lo contrario es alguien a quien admiro mucho y que amo. Nunca he recibido maltrato ni siquiera verbalmente de él a casi un año de relación”.
Organizaciones que procuran cambios
Tanto a nivel nacional como internacional existen diversas organizaciones que trabajan con miras a resolver el problema que afecta a una parte importante de la población joven del mundo y que una vez casados se convierte en un problema social.
En el país varias organizaciones de carácter no gubernamental trabajan con la intención de erradicar de los titulares de noticias casos relacionado con la violencia de género, tal es el caso de Protégelas una organización que está enfocada a trabajar para los hombres con el propósito que comprendan la importancia de respetar a las mujeres, así como, hacerlos entender que un verdadero “macho” ve como una demostración de cobardía cualquier acto de violencia hacia una mujer, siendo este el núcleo de conceptos que el Movimiento trabaja.
Francisco Cartajena uno de los jóvenes fundadores del Movimiento explica que los hombre desde niños reciben una formación incorrecta sobre el hecho de que el macho necesita tener muchas mujeres, esconder sus sentimientos, e incluso pasar por encima a las emociones de su compañera.
Esta forma de ver las relaciones es que propicia que una relación familiar inicie con un noviazgo violento y termine en feminicidio.
Ada Álvarez Conde
Foro: Tomada de Facebook
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A nivel internacional existen varias organizaciones que procuran intervenir en el aumento de la violencia de género durante el noviazgo. Alto al Silencio es una fundación creada por la periodista Ada Álvarez Conde quien con tan solo 15 años denunció la agresión de la que era víctima por parte de su novio.
La también autora de la novela Lo Que No dije, que publicó
con tan solo 16 años, expresa que una de cada tres adolescentes en Puerto Rico
sufre violencia de género en el noviazgo y asegura que esta situación no es
diferente en otras partes del mundo, según lo expresado en el blog de José Rafael
Sosa.
En su novela Lo Que No dije Álvarez Conde narra la historia
de tres mujeres de un refugio de mujeres maltratadas las cuales son
personificadas por Isabel la protagonista de la historia “son tres historias de
mujeres distintas escritas como una”.
Debido a la experiencia de violencia que sufrió a mano de su
novio y al darse cuenta de que no era la única afectada motivó Ada Álvarez a
crear la fundación Alto al Silencio que se define como la única fundación dedicada
a la trabajar con la violencia de género en el noviazgo. Lleva diez años de
experiencia trabajando de manera activa en la organización de charlas en
escuelas que buscan alertar a los adolescentes y jóvenes del peligro que puede
ser vivir en una relación de violencia.
Redes Sociales “cómplices” de la violencia.
En la sociedad moderna donde las redes sociales juegan un papel fundamental en las relaciones con el mundo exterior estas se convierten también en objeto de violencia pues el agresor considera que su pareja debe, necesariamente, darle acceso a todas las cuentas creadas en el internet con el objetivo de mantener el control no solo de su vida real sino también de la virtual; la pareja que accede, lo hace al considerar que esta acción es parte de la confianza que debe existir en una relación de noviazgo, desconociendo en muchos casos que esta acción puede ser parte de una cadena de control que al final se convierte en una de las formas de violencia más comunes que existen según indica Ana Simó.
En este orden vemos como en muchas ocasiones son colgadas en las redes sociales imágenes audiovisuales comprometedoras de jovencitas quienes acceden a realizárselas por sus parejas sin considerar que esta las haga pública.
Al control de los perfiles en las redes sociales se le suma el “secuestro” de los teléfonos inteligentes y sus correos electrónicos con los que los agresores pretenden mantener bajo su dominio todo tipo de actividad que realiza la víctima, comprobando así lo dicho por Ada Álvarez Conde quien sostiene que los “Novios controladores usan la tecnología del teléfono” para mantener bajo su control a la su pareja.
En el artículos "Del amor al control a golpe de click....! La violencia de género en las redes sociales” la Psicóloga especialista en prevención de violencia de género, Lanire Estebanes, plantea que las “manifestaciones en las redes que, en algunos casos, son la antesala de una relación violenta o las primeras señales del establecimiento de una relación de dominio, pero en otros, son manifestaciones claras del ejercicio de la violencia psicológica en la pareja (en modo virtual, pero con las mismas consecuencias)". De ahí que vemos titulares en la prensa donde narran que la agresión a determinada víctima de violencia inicio en el internet.
A nivel mundial existen precedentes de homicidios de género anunciado por una de las variadas redes sociales con que cuenta el ciber espacio, en ocasiones estos avisos pasan desapercibido, muchas veces por la concurrencia de comentarios violentos que posee el agresor producto del circulo vicioso que envuelve su entorno o simplemente no creen que lo que dicen sea realmente cierto, sin embargo, casos como el de Derek Medina, en los Estados Unidos, quien mató a tiros a su esposa y luego colocó una foto de su cadáver en Facebook demuestra que las redes sociales son el espacio moderno donde se llevan a cabo manifestaciones de violencia de género en sentido general.
No todo es sombra en el ciber espacio, también, las redes sociales han servido como canal de denuncia de casos de violencia de género en el país, como es el caso de la cantante Martha Heredia quien denunció a su esposo, el también cantante, Vakeró vía la popular red de microblog twitter, quien según la denuncia la maltrataba física y verbalmente. En este sentido es igual conocido el caso de la denuncia puesta en contra del empresario Frank Elías por su esposa quien vio en esa red de microblog la única vía posible para dejar en evidencia los maltratos a los que era sometida.
En sentido general, la violencia en el noviazgo es la antesala de homicidios y violencia intrafamiliar es por ello que la sociedad dominicana debe trabajar en conjunto a fin de disminuir la concurrencia de los casos que se presentan a diario en el país.
Les dejo este poema escrito por Francisco Cartajena
Esa es la mujer que quiero
que en las noches me cobija
entre el calor de su seno.
Esa es la mujer que quiero
Por eso mi alma brilla
cada vez que la protejo.
Esa es la mujer que quiero
Sólo le brindan caricias
estas manos que yo tengo
mi boca la llena de besos
en amor todos mis gestos.
Esa es la mujer que quiero
Quiero entregarle mis días
y mis elevados sueños.
Esa es la mujer que quiero
Por eso mi alma brilla
cada vez que la protejo.
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