21 de octubre de 2012

El Papa Benedicto XVI nombró a la indígena mohicana como la primera santa nativa americana

A miles de kilómetros de distancia, en Roma, el Papa Benedicto XVI nombró a la indígena mohicana del siglo XVII Kateri Tekakwitha como la primera santa nativa americana. 

Otra nueva santa es Marianne Cope, una mujer nacida en Alemania que emigró a Estados Unidos siendo una niña, se convirtió en monja y dedicó 30 años de su vida a ayudar a los leprosos en Hawái. 

Su canonización, junto con la de otros cinco santos, fue celebrada en una misa especial en la Plaza de San Pedro. 

“Este es un gran fin de semana para Estados Unidos en el Vaticano, y es realmente un gran fin de semana para los indígenas estadounidenses. La santidad es una garantía de que esa persona está cerca de Dios”, dijo el jefe de comunicaciones del Vaticano Greg Burke. 

“Hay una vasta historia de personas que la Iglesia Católica ha hecho santos. La santidad es absolutamente un asunto de oportunidad equitativa, pero este caso ciertamente es especial porque marca la primera vez que una indígena estadounidense se vuelve santa”. 

La canonización de Kateri Tekakwitha se produce después de lo que ha sido cjuzgado como un milagro por parte de la Iglesia Católica Romana en el caso de un niño que sobrevivió a una enfermedad en 2006. 

Jake Finkbonner sólo tenía cinco años cuando quedó infectado por una bacteria que devora la carne después de caerse mientras jugaba basquetbol. La infección se extendió rápidamente por el tejido de su cara, y las drogas y cirugías fueron aparentemente incapaces de detener el progreso. 

“Fue terrible”, dijo su madre Elsa Finkbonner. “Fue llevado a un hospital infantil, y luchaba por su vida en ese punto”. 

Las fotografías de la familia de ese entonces muestran al niño de Ferndale, Washington, con la cara hinchada y acostado con una maraña de tubos en una cama de hospital. 

Un cambio se dio cuando el pastor de la familia sugirió que rezaran en nombre de Kateri Tekakwitha, también conocida como ‘lirio de los mohicanos’. La infección de Jake desapareció rápidamente y después de revisar la evidencia médica, las autoridades del Vaticano declararon el milagro. 

Jake, ahora de 12 años, y su madre fueron invitados a viajar a Italia con un grupo para la ceremonia de canonización en Ciudad del Vaticano. “Estoy muy emocionado”, le dijo Jake a King 5 News. “Será el viaje de mi vida”. 

Él le presentará una pequeña placa al Papa y le contará al Sumo Pontífice cómo no estaría vivo hoy sin la ayuda de Kateri. 

La petición de ayuda de la familia fue guiada por la historia misma de Tekakwitha, pues su cara quedó seriamente afectada siendo una niña tras un brote de viruela que asoló su aldea, quitándoles la vida a sus padres y a su hermano. 

Ella se convirtió al catolicismo y dedicó su vida a Dios, viajando al norte para servir como monja en Canadá, según cuenta el Centro Kateri en Kahnawake en Quebec. Cuando murió en 1680 a la edad de 24 años, los testigos dicen que su cara se hizo bella de nuevo, en lo que creyeron era una señal del amor de Dios. 

Ella fue declarada venerable por el Papa Pío XII en 1943 y luego beatificada por el papa Juan Pablo II en 1980. Su milagro certificado permitió que fuera canonizada. 

“Los milagros son importantes en el proceso de santidad porque muestran que no fue cualquier otra buena persona”, dijo Burke. “Los milagros son una prueba de que Dios ha intervenido en alguna forma, dando el permiso o su sello de aprobación, para la santidad”. 

Marianne Cope es admirada por su sacrificio personal en la ayuda a una colonia de leprosos en Molokai, Hawái. Era monja en el estado de Nueva York antes de mudarse al archipiélago, en donde vivió las últimas tres décadas de su vida. 

“La madre Marianne cambió la vida de Molokai el llevar las prácticas de limpieza, el orgullo y la diversión a la colonia”, dice el sitio web AmericanCatholic.org. 

Los otros santos que son nombrados hoy son el francés James Berthieu, un jesuita que fue ejecutado en Madagascar en el siglo XIX, y otro mártir católico en Filipinas, Pedor Calungsod, así como Juan Bautista Piamarta, Carmen Salles y Barangueras y Ana Schaeffer. 

Por: Laura Smith-Spark–www.cnnespanol.cnn.com