En una emotiva y entusiasta ceremonia, la Universidad Central del Este (UCE) celebró el acto de admisión de más de 600 nuevos estudiantes que fueron declarados por el rector José Hazim Frappier como ciudadanos privilegiados del globo terráqueo, ya que solo el 13 por ciento de la población mundial tiene acceso a la educación universitaria.
Los estudiantes procedentes mayoritariamente de la Región Este del país y de la vecina isla de Puerto Rico fueron recibidos por las principales autoridades de la UCE, encabezadas por el doctor Hazim Frappier, quienes les ofrecieron una cálida bienvenida, así como diversas orientaciones sobre la manera de integrarse a la vida universitaria y optimizar su desempeño académico.
Las orientaciones sobre aspectos puntuales estuvieron a cargo de la vicerrectora académica, doctora Cristina Molina Sena; la directora del Departamento de Orientación, Mabel Gómez Navarro; el presidente del Comité Central de la UCE y representante estudiantil, Roberto Calderón Shedrack; y la directora de Marketing, Relaciones Públicas y Prensa, Leiko Ortiz, conjuntamente con las encargadas de Servicios Estudiantiles, Celeste Rivera; Asuntos Internacionales, Ámbar Zorrilla; y Asistencia Financiera, Raquel Ramírez.
Los nuevos universitarios de la UCE también recibieron un Manual de Orientación para Estudiantes de Nuevo Ingreso, preparado por la Vicerrectoría de Comunicación y Servicios Estudiantiles.
Exhortación del rector de la UCE
El doctor José Hazim Frappier dirigió un mensaje a los nuevos estudiantes exhortándolos a crear conciencia de que al momento de ingresar a la Universidad son responsables de sus actos y de las metas que se hayan trazado “Siempre hay que competir por ser el mejor, pero encajado en un propósito de vida y con la clara noción de que el éxito individual tiene que contribuir al desarrollo de la colectividad de la que formamos parte”, expresó el rector de la UCE.
Resaltó que en la actualidad solo el 13 por ciento de la población mundial tiene acceso a una carrera universitaria, por lo que alcanzar ese privilegio no solo implica un compromiso personal, sino también con la familia, con la sociedad y con el mundo.
“No se conformen con ser buenos estudiantes; propónganse metas superiores, para que cuando terminen sus estudios y reciban el título correspondiente, estén preparados para otro reto posiblemente más exigente: la Universidad de la Vida. Tengan claro que lo importante no es aprobar las asignaturas, sino aprender y desarrollar al máximo la inteligencia y el talento de cada uno”, subrayó el doctor José Hazim Frappier.
NP.-