Por Rigoberto Díaz
Cientos de fieles cubanos recibieron eufóricos este jueves la noticia que les dio el cardenal cubano Jaime Ortega de que el papa Benedicto XVI visitará Cuba en 2012, mientras acogían en un templo de La Habana a la imagen de la virgen de la Caridad del Cobre, en peregrinaje por toda la isla.
"Justamente hoy (jueves) se ha anunciado que (...) en los próximos días el Papa anuncie que viene a Cuba", dijo Ortega desatando aplausos y euforia entre los feligreses congregados a las puertas de la Iglesia de La Anunciación, en el oeste de La Habana, para esperar a la imagen de la Patrona Nacional.
Ortega explicó que el viaje será "más o menos en marzo" y destacó que la imagen de la virgen, que ya recorrió 28.000 km en su histórica peregrinación de año y medio por toda Cuba (la primera tras el triunfo de la revolución en 1959), "ha ido
preparando los corazones de los cubanos para recibir al papa".
"Traerá muchas cosas buenas, como siempre", declaró luego a la AFP.
A las puertas del templo, hermoso por el colorido de sus enormes vitrales, los fieles recibieron a la virgen con flores, globos, y el Ave María de Schubert, interpretado por un trío de violines de la Escuela Nacional de Arte. El anuncio de Ortega multiplicó su regocijo.
"Esperamos que esta visita del papa dé tantos frutos como la de Juan Pablo II", declaró a la AFP Patricia Gómez, de 20 años, parte del trío, y quien, aunque era muy pequeña, recuerda cómo asistió a la misa que ofició el pontífice en su ciudad natal, Santa Clara, 270 km al este de La Habana.
Durante su viaje a Cuba, en enero de 1998, Juan Pablo II se reunió en privado con el entonces presidente cubano Fidel Castro, de 85 años y alejado del poder desde julio de 2006 por una enfermedad, y ofició misas campales en La Habana, Santa Clara, Santiago de Cuba y Camagüey, en las que abordó temas muy sensibles para los cubanos.
Su visita suavizó las tensas relaciones que mantuvieron durante cuatro décadas la Iglesia y el gobierno comunista, y desde entonces se hicieron más cercanos esos lazos hasta llegar a un inédito diálogo iniciado en 2010 entre el actual presidente Raúl Castro y el cardenal Ortega, que tuvo como principal fruto la excarcelación de 130 presos políticos.
"La visita de Juan Pablo nos trajo paz, amor y reconciliación, y ésta nos debe traer mucho más. Tenemos que orar para que así sea", dijo muy emocionada Elena Rodríguez, una ferviente católica de 83 años, que trabaja como voluntaria para el templo de La Anunciación.
Su amiga Eulalia González, de 86, espera que la visita de Benedicto XVI traiga a Cuba "muchísimas bendiciones. Será muy bien recibido igual que lo fue 'el mensajero de la verdad y la esperanza'".
Elena Más, una arquitecta atea, de 43 años, que llegó al templo acompañando a su padre enfermo, dijo ser "conservadora" sobre la visita del papa y sus resultados debido a su pasado, refiriéndose al cargo que ejerció como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, sucesora de la Inquisición.
La Iglesia Católica de Cuba recibió este jueves con "gran regocijo" el anuncio de la visita del papa y celebró que su viaje coincida con las celebraciones de los 400 años de la aparición de la virgen.
El templo de La Anunciación fue uno de los ocho lugares que la imagen de la virgen mulata recorrió este jueves en La Habana, donde estará hasta el 30 de diciembre, visitando universidades, iglesias, escuelas, plazas, parques y hasta el Ballet Nacional de Cuba, a petición de su directora y leyenda de la danza, Alicia Alonso.
Su anterior peregrinaje fue en 1951-52, con motivo del cincuentenario de la República.
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