GUWAHATI, India
Reuters
Por Biswajyoti Das
Soldados y equipos de rescate escalaban entre una lluvia racheada para alcanzar una aislada región del Himalaya en busca de supervivientes tras un terremoto de 6,9 de magnitud que se ha cobrado la vida de al menos 63 personas en India, Nepal y la región china del Tíbet.
Soldados y policías retiraban a las víctimas de entre los escombros mientras el número de fallecidos ascendía a 35 en el estado indio de Sikkim, epicentro del terremoto del domingo por la noche que se sintió en Nueva Delhi, a casi 1.000 kilómetros.
Helicópteros de la fuerza aérea llevaron suministros a las áreas afectadas, donde se encuentran algunas de las montañas más altas del mundo. Algunos pasos bloqueados por los aludes se reabrieron y los aviones lograron hacer dos entregas aéreas con comida, según el secretario del Interior.
"El terremoto debilitó las laderas y cuando llueve provoca desprendimientos. De modo que la situación aún es muy peligrosa", dijo Deepak Pandey, portavoz de la policía de la frontera indio-tibetana.
"Hemos rescatado más de 400 personas desde anoche", afirmó, incluyendo víctimas del área más afectada, Pegong.
Podrían pasar días hasta que se contabilice el número total de fallecidos, pero la policía fronteriza no pensaba que la cifra final de muertos fuera masiva.
Al menos siete personas murieron en el estado de Bihar, al sur de Sikkim, mientras que seis fallecieron en el estado indio de Bengala Occidental.
Imágenes de televisión mostraron a residentes de la principal ciudad de Sikkim, Gangtok, sentados en el borde de los caminos bajo los paraguas en medio de la intensa lluvia, reacios a volver a sus casas por temor a las réplicas.
"Tenemos miedo de que haya otro terremoto como el de anoche, no tenemos dónde quedarnos, nuestra casa está dañada y sólo podemos rezarle a Dios", dijo a Reuters Sushma Sharma, madre de tres hijos, en Gangtok.
AYUDA HUMANITARIA
Lleva lloviendo cuatro días seguidos en algunos puntos de Sikkim. La temperatura en la zona del terremoto es de unos ocho grados centígrados y podría bajar durante la noche.
"Recemos para que el tiempo mejore", afirmó el portavoz Om Singh.
Tiendas, negocios y oficinas estaban cerrados en Gangtok y zonas vecinas, dijo un residente en la zona. Muchas ciudades seguían sin electricidad, el suministro de agua era escaso debido a daños en las cañerías y la comunicación por teléfono era intermitente.
Sikkim, durante años un reino budista apenas visitado y conocido por sus espectaculares montañas y lagos, se unió a India en 1975. Cuenta con 600.000 residentes, y es el estado menos poblado del país con fronteras con Bután, Tíbet, en China, y Nepal.
La economía del estado ha florecido en los últimos años al abrirse al turismo y al comercio transfronterizo con China. Los residentes dicen que los aludes son una amenaza para los nuevos edificios construidos rápidamente en sus ciudades montañosas.
El terremoto se produjo a las 6:10 hora local (12:40 GMT) y se sintió en cinco países, entre ellos Bangladesh y el budista Bután.
Fuera de India, al menos ocho personas fallecieron en Nepal, tres de ellas cuando el muro del perímetro de la embajada británica en Katmandú cayó sobre un coche y una moto. También fallecieron siete en el Tíbet y cientos perdieron sus hogares en la región, según la agencia estatal china Xinhua.
Varios terremotos han afectado al norte y este de India este año, pero ninguno ha causado daños o heridos de relevancia.
"Incluso aunque el número de víctimas es bajo, es probable que exista una enorme necesidad de ayuda humanitaria para los civiles afectados cuyas casas quedaron destruidas y necesitan comida y techo", dijo un funcionario del equipo de gestión de desastres de la ONU en Nueva Delhi.
Varios seísmos han afectado al norte y este de India este año, pero ninguno causó daños o heridos de relevancia.
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