Reuters
CARACAS
El presidente Hugo Chávez volvió el lunes por sorpresa a Venezuela tras ser operado de un cáncer en Cuba, y afirmó que está "bien" pese a las especulaciones de que podría necesitar un largo tratamiento.
"Estoy bien, me siento bien (...) ¡Vuelvo al epicentro de Bolívar!", afirmó Chávez en sus primeras declaraciones a su regreso de La Habana, donde fue operado dos veces a principio de junio por el cáncer.
"Estoy preparando un reposo", indicó.
Con su líder de nuevo en tierra venezolana, los partidarios de Chávez tomaron las calles de Caracas en cuestión de minutos, gritando, "¡Volvió! ¡Volvió!".
Su regreso volvió a sacudir la escena política local, que empezaba a digerir la idea de una ausencia prolongada en un país que se mueve a su ritmo desde hace más de 12 años.
El impredecible presidente de 56 años, que ha nacionalizado amplios sectores de la economía y liderado la oposición regional ante Estados Unidos, llegó justo a tiempo para los dos días de celebraciones del bicentenario de la independencia venezolana.
"Quería prevenir que la situación se aclarase", dijo Michael Shifter, presidente del centro de estudios Inter-American Dialogue, en Washington.
"El bicentenario era una ocasión demasiado atractiva para perdérsela...", agregó.
Los medios locales especulaban con que Chávez podría estar a punto de cambiar su gabinete, citando al vicepresidente Elías Jaua diciendo que Chávez organizaría su equipo "para la nueva etapa por venir".
Muchos venezolanos pensaban que la convalecencia del presidente tras dos operaciones en Cuba el mes pasado -una para extirpar un tumor canceroso- le mantendría en La Habana durante semanas, posiblemente meses.
Los medios estatales mostrando imágenes de Chávez en La Habana, despidiéndose del presidente cubano, Raúl Castro, y siendo recibido por entusiasmados ministros en el aeropuerto de Maiquetia, a las afueras de Caracas.
INCÓGNITAS
Pese a la euforia de sus partidarios, la situación exacta de Chávez sigue siendo incierta, y podría enfrentarse a un largo tratamiento, despertando las dudas sobre las elecciones de 2012, a las que ya había anticipado que se presentaría para su reelección.
Cuando al llegar Chávez dijo que era "el inicio del retorno", algunos lo interpretaron como una sugerencia de que se mantendrá en segundo plano y que podría incluso regresar a la isla.
Jaua dijo a los periodistas que el líder socialista estaba descansando en el palacio presidencial de Miraflores.
"No necesita en este momento atención especial hospitalaria, puede hacerse su tratamiento en la residencia donde esté", dijo.
Aunque no ofrece nada concluyente sobre su estado de salud, el regreso del presidente sí responde a las críticas de que estaba ignorando la Constitución y arriesgando la seguridad nacional al gobernar desde un hospital en un país extranjero.
"Necesita aparecer aquí para mostrar a la gente que puede superar toda adversidad", dijo a Reuters el analista local Luis Vicente de León. "Esta aparición puede tener un efecto mágico y motivacional en sus seguidores".
Sus partidarios fueron convocados al palacio presidencial para dar la bienvenida al presidente.
Desde que asumió el cargo en 1999, Chávez ha salido al balcón de Miraflores en los momentos más señalados de un gobierno accidentado, incluyendo su regreso al poder tras el breve Golpe de Estado en su contra de 2002.
El regreso de Chávez cogió a muchos venezolanos en el primero de los dos días de fiesta por el Bicentenario.
"Es impresionante. Le queremos aquí porque es el presidente de todos los venezolanos", dijo su seguidor Pedro Alizu, de 61 años y que trabaja para una firma de seguridad en Caracas.
OTROS PROBLEMAS
Los problemas de salud de Chávez han ayudado a distraer la atención de una serie de problemas que amenazan con debilitar su apoyo entre los más pobres del país, incluyendo cortes frecuentes de energía, una alta criminalidad y una creciente escasez de vivienda asequible.
Las encuestas indican que esos asuntos están debilitando el atractivo de su nacionalismo de tinte histórico, que a menudo evoca los esfuerzos de unidad latinoamericana del siglo XIX.
"Para que un Gobierno pueda levantarse de sus cenizas, necesita mejorar la situación económica y social del país", dijo Antonio Ledezma, el opositor alcalde de la Caracas Metropolitana y un duro crítico de Chávez.
Aun así, los políticos de oposición han tenido problemas para mostrar una respuesta unida y fuerte a los problemas de salud de Chávez.
Aunque claramente animados con las perspectivas para su campaña electoral de la semana que viene, tampoco quieren que se les vea exultantes ante la mala salud de su rival.
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